Declaración del Foro Mundial de Pescadores en el día Mundial de la Pesca

21 de noviembre 2015

En el período previo a la COP21 de París, el WFFP denuncia “soluciones falsas” al cambio climático y pide a los gobiernos que ejecuten las pautas para la pesquería internacional a pequeña escala. Los pueblos pesqueros a pequeña escala de todo el mundo ofrecen soluciones sociales y ecológicas justas .

Tal día como hoy, hace 18 años, un colectivo formado por distintas organizaciones de pescadores a pequeña escala del Sur fundó el WFFP (Foro Mundial de Pueblos Pesqueros). Este foro se creó para dar respuesta a la creciente presión a la que estaban sometidos estos pescadores, como resultado del impacto de la globalización neoliberal. El WFFP se formó para luchar por los derechos de los pescadores a pequeña escala, y por un mundo donde las necesidades de la gente y del planeta tuviesen preferencia sobre los beneficios/ganancias.

Durante los últimos años, esta lucha se ha hecho más relevante que nunca. En el marco del inminente cambio climático y de la destrucción de los ecosistemas marinos, los pescadores a pequeña escala se enfrentan a la privatización de sus zonas habituales de pesca y de vida para beneficiar intereses más poderosos, a menudo bajo el pretexto de la conservación. Algunas multinacionales, fundaciones filantrópicas y ONG’s medioambientales apoyan estos esquemas, denominados conservadores, por los cuales, en nombre de la “sostenibilidad”, grandes extensiones de tierra y de mar, que son comunes, se convierten en segmentos privados y se transforman para usos ajenos al sector pesquero.

Las falsas soluciones del COP-21 nos llevan al acaparamiento del océano

La última variante de tales esquemas conservadores viene bajo el nombre de “Carbono Azul”, este nuevo mecanismo tiene que ser visto como parte de una nueva campaña hacia las falsas soluciones a través de la privatización, la mercantilización y la economía verde, como hemos visto especialmente desde Río+20. En Río se avanzó la idea de que teníamos que “vender la naturaleza para poder salvarla”, enfatizando que en que la naturaleza solo sería plenamente apreciada y protegida si le ponemos un valor económico. Como en el caso del REDD+ sobre los bosques, los proyectos sobre el carbono azul tienen como objetivo crear un mercado para el servicio que dan los humedales o pantanos: almacenamiento de carbono y créditos del carbono.

Los proyectos sobre el carbono azul son, por lo tanto, una manera de reducir los humedales o pantanos a una mera herramienta de captura y almacenamiento del carbono, sin importar lo que estos fuesen antes (p.ej. bancos pesqueros). El carbono azul podría, por lo tanto, tener los mismos efectos en los humedales que el REDD+ ha tenido en los bosques, como la expulsión de las comunidades, la reducción de los derechos comunitarios de acceso a zonas forestales, por ejemplo con la expulsión de algunas comunidades, dejando a un lado el trabajo comunitario para secuestrar el carbono. En resumen: acaparar el océano

La retórica estratégicamente benigna

Otros programas de privatización y adaptación, como los recientemente abolidos “Global Partnership for Oceans”(colaboración global para los océanos), “50 in 10” y el “Coastal Fisheries Initiative” (iniciativa para la pesca costera), están rodeados de expresiones como “subsistencia sostenible” o “comunidad y reducción de la pobreza”. La nueva tendencia que siguen los grupos que están detrás de estos programas es alegar interés en llevar a cabo mecanismos de las Naciones Unidas, tales como las Directrices Internacionales para Garantizar la Sostenibilidad de la Pesca a Pequeña Escala, pero según Naseegh Jaffer, Secretario General del WFFP, la exposición de tales demandas deberían hacer saltar las alarmas.

Lo que estamos presenciando es un cambio alarmante en la retórica. Todavía continúan las mismas instituciones detrás de todo esto y muchas de ellas muestran un escaso interés en sus beneficios, pero ahora parecen hablar nuestro idioma, han cambiado su retórica y, desafortunadamente, algunos tienden a creerlos- nosotros no”.

El WFFP jugó un papel importante en el desarrollo de las directrices para la pesca internacional a pequeña escala, junto con la FAO, y está totalmente comprometido a asegurar que estas directrices se pongan en práctica. El foro mundial de pescadores seguirá trabajando estrechamente con la FAO.

Los productores alimentarios a pequeña escala tienen soluciones reales. “Junto con otros productores a pequeña escala, nosotros, los pescadores, tenemos las soluciones sociales y ecológicas justas al cambio climático. Los pescadores a pequeña escala utilizamos métodos de extracción artesanales (artes pasivas o haladores manuales), que tienen una escasa repercusión en el ecosistema y bajas emisiones de carbono”. Aparte de ser ecológicamente justo, los pescadores también garantizan la subsistencia del 90% de los 500 millones de personas involucradas en la pesca- mitad de las cuales son mujeres.

Según Nadine Nembhard, copresidenta del WFFP, la solución real para combatir el cambio climático está ahí:

Ejecutando las directrices para la pesquería a pequeña escala de las Naciones Unidas, no sólo logramos la materialización de los derechos humanos de los pescadores, sino que también contribuimos al enfriamiento del planeta”

Hoy tomamos las calles del mundo entero para celebrar, junto con aliados y amigos, el Día Mundial de la Pesca. En este día, denunciamos las soluciones falsas que nos llevan al acaparamiento del océano y debilitan nuestra lucha para llevar a cabo las directrices para la pesca a pequeña escala.